jueves, 22 de octubre de 2009

Las cosas bien hechas

Pasado ya el disgusto del domingo, donde el R. Zaragoza dejo escapar dos puntos incomprensiblemente, cosas que a veces pasan en el fútbol ya que no siempre es de una manera lógica, en este mundo influyen muchas cosas y muchos factores y afortunadamente dos mas dos no son cuatro. Ustedes se dirán a que fin toda esta disertación sin fundamento, pues bien, esto viene a colación del partido que el Real Zaragoza disputará en Barcelona.

Este, es decir, el Barcelona, es un equipo bien armado defensiva y ofensivamente con jugadores que todos conocemos pero con algo que los hace distintos al resto de jugadores de su nivel: la ambición. Sí ,mucha ambición y hambre de títulos, sólo así se explica su buen nivel desde hace ya un año.

No piensen que esta descripción es para asustar a los aficionados, sino más bien para explicar a quién nos enfrentamos el domingo para respetar. que no temer, al equipo blaugrana. Pero como líneas atrás expresaba, este maravilloso mundo es especial: el fútbol no entiende de presupuestos, ni de colores, entiende sólo de cosas bien hechas y en estas, que ahí puede tener su oportunidad el R. Zaragoza. Más, cuando en esta ultima semana el equipo catalán no ha sido capaz de ganar. Eso sí, ante dos grandes rivales que rozaron la perfección, que respetaron a su rival y no lo temieron, que hicieron los cosas bien defensivamente y ofensivamente.

Así pues, el Zaragoza seguro va a tener sus opciones este fin de semana si se muestra como un equipo disciplinado ,ordenado, solidario en tareas atacantes y destructivas, pero siempre con la complicidad de todos sus jugadores; sólo así este equipo ha sido grande.

En muchas ocasiones Paco me recalca las veces que lleva sin ganar allí el equipo maño, pero yo le recuerdo que un equipo recién ascendido, con una media de edad de 23a lo sumo 25 años, fue capaz de hacerlo, en copa, sí, pero eliminó aquel Barcelona que quedo campeón de liga. Pero lo eliminó y ganó con la complicidad de todos jugadores con el compromiso de aquellos jóvenes que tenían hambre de fútbol, pero como recalco en el artículo, con las cosas bien hechas.